Investigaciones de la Universidad Andrés Bello destacan estrategias clave para el desarrollo de bebés prematuros en unidades de neonatología.
Cada año, nacen 15 millones de niños prematuros en el mundo, representando el 11% de los nacimientos globales. En Chile, cerca del 8% de los recién nacidos son prematuros. Aunque los avances tecnológicos han incrementado las tasas de supervivencia de estos bebés, la prematuridad continúa presentando desafíos importantes para su salud y desarrollo.
La prolongada hospitalización en unidades de neonatología implica una separación temprana de sus padres y una exposición a estímulos estresantes, factores que pueden afectar su neurodesarrollo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca la importancia de un enfoque de cuidado centrado en el desarrollo y en la familia dentro de estas unidades. En este contexto, las estrategias neuroprotectoras emergen como herramientas clave para proteger el neurodesarrollo de los prematuros.
Estudiantes de cuarto año de la carrera de Terapia Ocupacional de la Universidad Andrés Bello han llevado a cabo investigaciones sobre dos estrategias neuroprotectoras. La primera investigación se centra en las mejores formas de posicionar a los recién nacidos durante su estancia en la unidad, basándose en evidencia científica para promover su regulación y desarrollo. La segunda exploración analiza los factores que facilitan y dificultan la implementación de la estrategia de contacto piel a piel en las unidades de neonatología, una práctica que ha mostrado beneficios significativos tanto para los bebés como para sus padres.
El contacto piel a piel implica colocar al bebé sobre el pecho y abdomen de la madre, lo cual genera múltiples beneficios como reducir el estrés, disminuir el riesgo de infecciones, promover el aumento de peso, mejorar los periodos de sueño tranquilo, y favorecer la autorregulación, el desarrollo neurológico y la lactancia materna, entre otros.
Los estudios contribuyen al conocimiento de estas estrategias en el contexto local y aspiran a facilitar su implementación en hospitales, promoviendo un cuidado verdaderamente centrado en el niño y su familia.
Andrea Mira
Académica Escuela de Terapia Ocupacional
Universidad Andrés Bello