Manoel Messias y Gwen Jorgensen se impusieron en una exigente competencia en la Ciudad Jardín.

Manoel Messias (Brasil) y Gwen Jorgensen (Estados Unidos) se quedaron con la Copa del Mundo de Triatlón, desafío de la prueba combinada realizado esta mañana en el borde costero de Viña del Mar, con punto de partida y meta el sector de 14 Norte con Avenida San Martín.

La segunda versión de la cita mundial reunió los mejores exponentes de esta especialidad, con 102 representantes que protagonizaron la prueba estelar de un fin de semana que tuvo competencias de carácter mundial, continental y nacional.

En un desafío que fue acompañado por un considerable frío (especialmente en las aguas del Océano Pacífico) y un espectacular marco de público que alentó a los competidores durante todo el circuito, la atención se centró en la definición masculina, en la cual el crédito nacional Diego Moya se mantuvo en el pelotón inicial hasta la etapa de trote, en la cual se despegaron los brasileños Manoel Messias y Miguel Hidalgo junto al mexicano Aram Peñaflor, quienes protagonizaron un dramático final, cruzando la meta con tiempos de 50:49 minutos, 50:53 minutos y 51:01 minutos, respectivamente.

Moya, en tanto, alcanzó el undécimo lugar, a menos de un minuto de Messias. Un poco más atrás (17º) finalizó el segundo mejor triatleta nacional, Gaspar Riveros, ubicándose ambos en la parte avanzada de una competencia que mantuvo un pelotón de 20 deportistas unidos hasta la etapa pedestre.

Finalizada la competencia, Diego Moya, de 25 años, se mostró tan exhausto como emocionado con el apoyo del público: “fue una carrera muy dura, intensa y con un nivel altísimo en la que creo que estuve a la altura con las últimas energías del año. Es espectacular correr con el ambiente que se genera en Viña y representar a Chile como local en otro evento de alto impacto. Creo que cerré un 2023 de buena forma y voy bien encaminado para clasificar a las olimpiadas”, reflexionó el Nº 45 del ranking mundial, que tiene un pie y medio en los Juegos Olímpicos París 2024, a la espera de conseguir los puntos finales que necesita en 5 Copas del Mundo que se realizarán a inicios del próximo año.

Mientras, la mejor de la serie femenina fue la estadounidense Gwen Jorgensen. La triatleta de 37 años y medallista de oro en los Juegos Olímpicos Río de Janeiro (2016) se impuso en una competencia no exenta de suspenso, esto luego que las dos primeras triatletas en cruzar la meta (la estadounidense Katie Zaferes y la checa Teresa Zimovjanova) fueran descalificadas al realizar un giro equivocado en un tramo del trote que les permitió ahorrar valiosos segundos. Tras el análisis de los jueces técnicos, se otorgó el primer lugar a Jorgensen, siendo secundada por su compatriota Gina Sereno y la británica Vicky Holland.

A primera hora se disputó una Copa Continental, en la cual los primeros en levantar los brazos fueron Matthew Wright (Barbados) y Paula Jara (Ecuador).

POSITIVO BALANCE

La prueba viñamarina contó con una masiva participación de competidores extranjeros, con presencia de atletas representantes de países con gran tradición en triatlón, como Brasil, Argentina, Ecuador, México, Estados Unidos, Canadá, España, Gran Bretaña, Francia, Italia, Luxemburgo y Japón, entre otros.

En este contexto, la Ciudad Jardín se tituló con honores como protagonista de dos eventos de máximo nivel: Juegos Panamericanos y Copa del Mundo. “Fue una gran fiesta, tanto por calidad y nivel de los atletas, además del respaldo masivo de la comunidad, en una ciudad consolidada y comprometida con su deporte de mayor tradición. Viña del Mar es el lugar ideal y un verdadero clásico para este tipo de citas mundiales y el espacio que permite mantenernos a la vanguardia a nivel sudamericano para albergar a los mejores deportistas del mundo y además la gran motivación para que nuestras futuras generaciones sigan dejando en lo alto el nombre de Chile”, recalcó el presidente de la Federación Chilena de Triatlón, Agustín Riveros.