Tras denuncias de apoderados el parlamentario ofició al SLEP de Valparaíso y la Defensoría de la Niñez
El diputado Andrés Celis Montt ofició al Servicio Local de Educación Pública de Valparaíso – Juan Fernández, para que indique los objetivos y razones pedagógicas para difundir imágenes audiovisuales de sexo explícito, a los alumnos de séptimo básico a cuarto medio, del Colegio Insular Robinson Crusoe.
Esto tras recibir reiteradas denuncias de apoderados que dan cuenta de la exhibición de las películas de ficción “Cabros de Mierda” de Gonzalo Justiniano y “Tengo miedo torero” (basado en la novela de Pedro Lemebel), sin mediar introducción, contexto ni seguimiento alguno que justifique -a juicio de los padres-, la difusión de esas imágenes a sus hijos.
Al respecto el diputado Celis manifestó que ”Lo que nos causa mayor sorpresa, es que por el contexto histórico de ambas películas, podría entenderse que se quiso abordar el período de “la Dictadura”, y el sentido pedagógico de aquello podría suponerse que sería poner en valor los “Derechos Humanos”, y sin embargo, todo el foco se desvía por las escenas de sexo explícito en tramas de ficción. Por lo expuesto, solicito se nos informe por parte del Servicio Local de Educación Pública, si avala la difusión de ese tipo de imágenes a jóvenes desde 12 años, y cuál sería el objetivo pedagógico de aquello, ya que sin contexto ni orientación, podría afectar gravemente la indemnidad sexual de los menores.”
El legislador ofició también a la Defensoría de la Niñez, buscando intervenga respecto de la difusión de audiovisuales de sexo explícito entre un sacerdote católico y una joven, así como imágenes de sexo oral de un varón a otro hombre mientras se encuentra durmiendo.
”La normalización de actos sexuales entre sacerdotes católicos y su feligresía -además de ser chocante para quienes practicamos esa religión- nos parece peligrosa porque normaliza algo que no es normal ni tolerable, sobre todo ante la evidencia de tantos abusos de menores por parte de sacerdotes, no es tolerable “normalizar” esta situación” indicó el parlamentario agregando que ”Además, la difusión ante menores de enseñanza básica del establecimiento insular, altera la percepción del acto sexual como una decisión mutua y SIEMPRE consensuada, ya que se difundió imágenes de sexo oral entre varones, uno de los cuales se encontraba inconsciente, durmiendo, por lo que podría perfectamente calificar como un acto de abuso sexual si eventualmente el afectado fuese un escolar, pero genera la confusión al ser “normalizado” por la exhibición que hace el colegio insular a menores de enseñanza básica”