Lenguajes de Otros Planetas: Explorando la Vinculación entre Lingüística y Ciencia Ficción

Exploramos las propuestas lingüísticas de autores de ciencia ficción, desde la neolengua de ‘1984’ hasta el láadan liberador. ¿Cómo se comunicarían los extraterrestres?

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¿Cómo Sería el Lenguaje Alienígena? Un Análisis desde la Perspectiva de la Ciencia Ficción

Inspirados en la pregunta ¿cómo sería el lenguaje alienígena? Los autores de ciencia ficción, desarrollan varias propuestas, basadas en teorías de la lingüística, especialmente, la de Edward Sapir y Benjamin Lee Whorf, con las que intentan explicar la relación pensamiento, realidad y lenguaje, y cómo estos fenómenos se condicionan entre sí para dar cuenta de las cosas, seres y lugares de mundos paralelos, extraterrestres, utópicos, distópicos, apocalípticos, micromundos, teletransportación y abducciones.

 

Sobre la vinculación de la lingüística y la ciencia ficción, se refiere el académico de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Playa Ancha, Dr. Juan Pablo Reyes, quien plantea que la NASA patrocina el Buscador de Comunicación Interestelar y de Inteligencia Extraterrestre (su acrónimo SETI en inglés) con el objetivo de crear astroglosas, esto es, lenguas universales, a nivel oral y escrito.

 

Éstas son algunas de las obras fundamentales de la ciencia ficción en la que el lenguaje es el centro de atracción y la fuerza que mueve el relato: “1984”, novela distópica de George Orwell, en la que emplea la neolengua y plantea un mundo controlado a través de una lengua política y la comunicación del poder.

““La lengua materna”, de Suzette Haden, relata el dominio masculino en el año 2205, pero un grupo de mujeres traductoras logran organizarse clandestinamente para inventar una lengua que las libere de la opresión y al que llamarían el láadan, que se basa en un lenguaje no sexista e inclusivo”, ejemplifica el especialista UPLA.

 

A ellas se suman “Babel 17” de Samuel Delany, la protagonista Ryda Wong, poeta, lingüista, telépata, se propone decodificar un lenguaje enviado por invasores. La ausencia del yo y de posesivos lleva a momentos comunicativos curiosos, aunque se presenta el lenguaje como un arma, también se describe este código extraño, como recurso para hablar profundamente y tener dominio sobre la realidad. En “Lenguajes de Pao” de Jacke Vance, se plantea la existencia de un planeta paradisíaco en el que hablan una lengua que desconoce el léxico referido a la violencia y la resistencia activa, pero que deberán cambiar por una llena de términos referidos a la fuerza. En “Embassytown”, de China Mieville, se describe un planeta ubicado en las periferias del espacio conocido, donde no se pueden comunicar dos grupos de comerciantes.

 

El cine, explica el Dr. Juan Pablo Reyes, ha difundido novelas de ciencia ficción en las que los protagonistas hablan lenguas fantásticas, por ejemplo, “La naranja mecánica”, novela de Anthony Burgess, aparece el uso de la lengua Nadsat, inventada, para que el protagonista pudiera comunicarse en el contexto de las pandillas juveniles, “Juego de tronos” la lengua dothraki y el valyrio, una curiosidad lingüística del primero, es que tiene muchos nombres para “caballo”, pero no tiene una sola palabra para decir “gracias”.  En el caso del valyrio, tiene cuatro clases de género, a saber, lunar, solar, terrestre y acuático. En “Avatar”, los personajes hablan en na’vi, un idioma-dialecto, en que no existen palabras que se refieran a mentira.  En “Star Trek” está el Klingon una lengua para guerreros y, por lo tanto, es abundante en palabras que significan confrontación y disputa.

 

“Tampoco olvidemos a Matrix y El quinto elemento, junto a las obras de J.R.R. Tolkien y sus 12 lenguas fantásticas en la saga “El Señor de los Anillos”, las deficiencias del lenguaje científico para describir paisajes desconocidos como lo señala Julio Verne en “Viaje al centro de la tierra”, y compatriotas como Hugo Correa, autor de “Los altísimos, donde acecha la serpiente, alguien mora en el viento”, Elena Aldunate, la dama de la ciencia ficción, con “Ur” y “Del cosmos las quieren vírgenes” y por último, el escritor Benjamin Labatut con “Maniac” y “Un verdor terrible””, detalla el Dr. en Lingüística y académico UPLA. 

 

En conclusión, “todas las lenguas nos plantean la opción entre el lenguaje del amor y el lenguaje del pensamiento, en la que enfatizan la imaginación, la intuición y, por cierto, la perseverancia. Por razones de espacio estelar, dejamos a Isaac Asimov, para un próximo encuentro de letras siderales”.

 

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