Demolición de la Democracia y la Lucha por la Dignidad
Estimado Director:
La elección de Maduro ha marcado una transformación devastadora para Venezuela. Su régimen ha demolido la democracia, impuesto persecución y censura, y convertido las calles en escenarios de miedo y silencio forzado. Cada día, los ciudadanos luchan por su dignidad, una palabra que resuena en Chile.
Incluso los animales rechazarían ser liderados por alguien tan inepto como Maduro. Su gobierno está a años luz de la inteligencia animal.
Los temidos colectivos de Maduro recorrieron la ciudad en los días previos a la elección con un mensaje aterrador: “Maduro no se va”. Sin embargo, en Chile, el Partido Comunista parece indiferente al sufrimiento de millones de seres humanos bajo la dictadura chavista. Su felicitación al pueblo venezolano por avanzar en los cambios y transformaciones es absurda, como ofrecer un trozo de pan a un sediento en mitad del desierto.
En el país chavista, la escolaridad es del 60%, la pobreza alcanza el 75% y la desnutrición afecta al 30% de la población. Mientras tanto, nuestras autoridades nacionales en Chile se encolerizan por abusos menores, como si el presidente democrático Piñera debiera renunciar por $30.
En Villa Alemana, las técnicas chavistas de reelección asoman. El portal web municipal agrega la palabra “va” en contactos y noticias. Aunque dirán que realmente dice “Villa Alemana”, es una lección magistral de cómo generar “Vergüenza Ajena”.
El asesor de Villa Alemana parece haber tomado lecciones del mismo Diosdado Cabello al autoproclamarse un genio. La “Segunda Transformación” huele más a revolución, una obra de teatro en la que se cambia el decorado sin alterar la trama.
La “Primera Transformación” revela incompetencia en la administración de recursos. En marzo, se hizo público un déficit de $1.500 millones en la Corporación Municipal, y los concejales fueron informados sin detalles. Gastar lo que no se tiene es una indolencia artística que parte el corazón.
Este mes, se acusó a la ex concejala Cecilia Quinteros de desviar fondos a un hogar “fantasma”. La residencia operaba bajo la Fundación Amalegría, donde Quinteros es Directora Ejecutiva. El directorio, compuesto solo por familiares de la ex concejala, plantea interrogantes sobre su gestión.
En resumen, Maduro representa una vergüenza mundial, y en Villa Alemana, las transformaciones políticas y financieras merecen un escrutinio profundo. La comunidad debe estar alerta ante las señales de reelección chavista y exigir transparencia en la administración de recursos.
Marcelo González S.
Mynika Ojere