El jefe de Defensa Nacional, contraalmirante Daniel Muñoz, anunció una nueva medida para evitar el turismo de emergencia y facilitar el retiro de escombros en las áreas devastadas por el fuego.
El Gran Valparaíso vive una de las peores catástrofes de su historia, tras los incendios forestales que han consumido más de 10 mil hectáreas y han dejado miles de damnificados. Ante esta situación, el jefe de Defensa Nacional, contraalmirante Daniel Muñoz, anunció este sábado una nueva restricción vehicular para las zonas afectadas por el fuego, con el fin de proteger a la población y agilizar las labores de limpieza y reconstrucción.
Según explicó la autoridad, se decidió emitir “una nueva restricción particular para los cuatro próximos días y que tiene que ver con una prohibición de ingreso a las zonas amagadas, que van de la mano con las áreas de toque de queda, para todo vehículo particular durante el día”. Esta medida busca evitar el llamado turismo de emergencia, es decir, la visita de personas ajenas a las zonas siniestradas que solo buscan sacar fotos o curiosear, lo que entorpece el trabajo de los equipos de emergencia y pone en riesgo la seguridad de los habitantes.
En concreto, la restricción vehicular rige desde las 08:00 hasta las 17:00 horas, y solo permite el ingreso de vehículos dedicados al retiro de escombros, vehículos mayores y maquinaria cuyo rol y función principal es el retiro de escombro. Estos vehículos deberán contar con una autorización especial
“De tal manera que desde las 17:00 horas y hasta la hora del toque de queda que es hasta las 22:00 horas ahí estarán autorizados a ingresar los vehículos particulares con todo propósito, me refiero propósito que tiene que ver con ayuda a la catástrofe, y no a aquellos que viene hacer turismo de emergencia”, enfatizó el contraalmirante Muñoz, quien hizo un llamado a la ciudadanía a colaborar con las autoridades y a solidarizar con las víctimas de los incendios.
La nueva restricción vehicular se suma a otras medidas adoptadas por el gobierno para enfrentar la emergencia, como la declaración de zona de catástrofe, el despliegue de fuerzas militares y policiales, el envío de recursos y ayuda humanitaria, y la coordinación con los municipios y las organizaciones sociales. El objetivo es controlar los focos de incendio, resguardar el orden público, asistir a los afectados y facilitar el proceso de recuperación de las zonas dañadas.