Vecinos expresan descontento y exigen soluciones inmediatas ante la tragedia que remece la región.
En una visita marcada por tensiones y clamor popular, Camila Vallejo, la Ministra Vocera de Gobierno, enfrentó directas increpaciones de los vecinos de Viña del Mar, específicamente en el sector de Villa Independencia, azotado recientemente por devastadores incendios. La comunidad, aún en proceso de recuperación, expresó sin reservas sus demandas y frustraciones ante lo que consideran una respuesta gubernamental insuficiente frente a la magnitud de la catástrofe.
Los vecinos, algunos de los cuales han optado por permanecer en sus terrenos ante la pérdida de sus hogares, destacaron la seguridad como una preocupación primordial, especialmente con el fin del estado de excepción que, aunque renovado, no ha mitigado el sentimiento de vulnerabilidad ante posibles nuevos siniestros. La ministra Vallejo, por su parte, intentó abordar las inquietudes presentadas, enfrentándose a una comunidad claramente ansiosa por soluciones prácticas e inmediatas.
La falta de información y la percepción de ausencia gubernamental fueron críticas recurrentes. «Lo primero es la incertidumbre que existe entre los vecinos por la seguridad. Están desprotegidas las propiedades. No existe molestia. Hay ausencia«, comentó un residente, evidenciando la brecha entre las expectativas ciudadanas y la actuación de las autoridades.
Además de la seguridad, las urgencias se centraron en la necesidad de justicia para los familiares de las víctimas fatales, críticas a la gestión municipal, y la pronta reconstrucción de viviendas para evitar que los afectados continúen durmiendo al aire libre. «Estamos de duelo, se nos quemaron nuestros animales. No tenemos vehículo y nos mandan a Viña buscar cosas. Después de toda esa humillación, ustedes, gobierno, no nos han traído ni siquiera una media agua«, expresó con desesperación una vecina, sintetizando el sentir de una comunidad al límite.
A casi un mes de la tragedia, la investigación sobre la presunta intencionalidad detrás de los incendios no ha mostrado avances significativos, y aunque la instalación de viviendas de emergencia ha progresado en localidades cercanas como Villa Alemana, Viña del Mar aún espera acciones concretas que alivien el sufrimiento de sus habitantes.
Esta confrontación no solo subraya la urgencia de respuestas eficaces y empáticas por parte del Gobierno, sino que también refleja el creciente descontento popular ante la gestión de crisis. La visita de Camila Vallejo a Viña del Mar, lejos de ser un mero acto protocolar, se convierte en un crudo recordatorio de las heridas aún abiertas en una comunidad que clama por justicia, seguridad y reconstrucción.