[COLUMNA DE OPINIÓN] – VILLA ALEMANA BRIDGERTON T1E5

La reina regresa al palacio con una determinación inquebrantable. Descubre los detalles de la misteriosa Asamblea Privada y las festividades en Villa Alemana.

El resplandor de la reina y el deslumbre de la Condesa

 

Queridos y gentiles lectores

 

Luego de un largo retiro, en su villa transformadora, la reina llegó al palacio y, sin perder un instante, se dirigió con celeridad a una importante  reunión, como si nada pudiera interrumpir su imperiosa agenda.

La puerta del gran salón, se cierra con tal perfección, para que la reina y sus consejeros, se reúnan en una hermética Asamblea Privada.

Ciérrate sésamo

Pronuncio el sirviente, con una firmeza que no admitía réplica, como si de la cueva de Ali Baba se tratara; mientras tanto, el príncipe, conocido por su reticencia a madrugar, no logró llegar a tiempo a esta importante reunión, dejando a todes con un leve toque de resignación.

Ábrete Sésamo

Pronuncio ahora el sirviente, con una autoridad inquebrantable.  La puerta del gran salón, se abrió nuevamente, habían transcurrido más de 2 horas, sus rostros parecían aún más resplandecientes, ya que las discusiones, lejos de ser meramente formales, se volvieron alegres y festivas al darse a conocer un balance financiero, sorprendentemente a su favor.

Tras conocer el balance financiero, la reina  no pudo contener su risa contagiosa y salió a recorrer el palacio y luego el reino, repartiendo besos a sus súbditos, agradeciéndoles con una ironía dulce por su inofensiva ingenuidad.

La condesa, conocida por su acentuado sentido de espectáculo, también fue felicitada por las innumerables iniciativas como colocar antorchas en cada esquina, que iluminan con un esplendor dorado al anochecer.

Los bufones, quienes se habían recuperado recientemente de una jornada extensa de trabajos pictóricos, se prepararon para su nuevo cometido.

Su tarea ahora, era recorrer las calles al ritmo de una alegre canción, con banderas de colores ondeando al viento, entonaban un cántico que resonaba por toda la ciudad; Ella Va, Ella Va

 

En un guiño irónico a Ali Baba, y sus hazañas; entre tanto, bullicio y festividad el fantasma

De George III, quien abrumado por la cantidad de celebraciones y la agitación del palacio, rondaba por los pasillos con una expresión de desconcierto, el espectro, acostumbrado a tiempos más serenos y menos ostentosos, parecería perdido entre el deslumbrante resplandor de las antorchas y el estruendoso regocijo de los bufones

En villa los danieles, entre el crepitar de las fogatas, se escucho una protesta vibrante “ Si, ella ya se va…Ya se va… Ya se va… Es AlI baba.

Así, nos despedimos, hasta el próximo episodio en la cueva secreta.

 

Lady Eva

ladyeva1813@gmail.com

Se agradecen todos sus “chismes” enviados…

 

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