La Junta de Vecinos Arturo Prat celebra la apertura de su nueva sede, construida con criterios de accesibilidad y sustentabilidad, tras más de cien años de organización barrial.
Con alegría y orgullo, los vecinos de la histórica Población Arturo Prat celebraron la apertura de su nueva sede vecinal. El moderno edificio, ubicado en el sector sur de Villa Alemana, fue construido gracias al Fondo Regional de Iniciativa Local (FRIL 2021) y al aporte de la Municipalidad. La inversión superó los $92 millones.
La sede tiene más de 75 metros cuadrados y fue diseñada con accesibilidad universal. Incluye energía solar, sistema de reutilización de aguas lluvias, cocina equipada, oficina, baño accesible y un antejardín para actividades comunitarias.

Durante la ceremonia, el alcalde Nelson Estay destacó el valor simbólico del proyecto:
“No se levanta solo con ladrillos y cemento, sino con el esfuerzo y la unidad de una comunidad que por décadas ha luchado por este sueño”.
También agradeció el apoyo del gobernador regional Rodrigo Mundaca y del equipo municipal que hizo posible la obra.
La presidenta de la Junta de Vecinos, Alejandra Soza, expresó su emoción:
“Esta sede será un punto de encuentro para todos. Queremos verla llena de vida, con talleres, celebraciones y sueños cumplidos”.
Por su parte, el gobernador Mundaca valoró el impacto social del proyecto:
“Estas obras fortalecen la actividad comunitaria y el bienestar común de los territorios”.

Desde Secpla, la directora Carla Cerna explicó que la sede responde a una demanda histórica del sector:
“Está construida en albañilería sólida y pensada para el desarrollo social de nuestros vecinos”.
La Junta de Vecinos Arturo Prat fue fundada en 1920. Desde entonces, ha trabajado incansablemente por mejorar la calidad de vida del barrio. Esta sede representa el fruto de esa perseverancia.
Con esta inauguración, Villa Alemana reafirma su compromiso con la participación ciudadana, el desarrollo barrial y el fortalecimiento del tejido social. La nueva sede no solo mejora la infraestructura comunal, sino que simboliza la esperanza de una comunidad que sigue construyendo su futuro.
