A medida que las mujeres alcanzan los 60 años, es fundamental continuar con la mayoría de las revisiones oncológicas, aunque existen algunas excepciones.
Desde el Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de Estados Unidos (USPSTF) se recomienda que las mujeres pueden dejar de someterse a controles de cáncer de cuello uterino a partir de los 65 años, siempre que hayan tenido revisiones adecuadas y no presenten un riesgo elevado.
Esto implica tres citologías negativas consecutivas o dos citologías negativas con pruebas de VPH en los últimos diez años.
Sin embargo, si una mujer ha tenido una lesión precancerosa, debe continuar con los controles durante 20 años adicionales. También, las mujeres con un riesgo elevado, como aquellas expuestas al dietilestilbestrol (DES) prenatalmente, deben discutir sus opciones de cribado con su médico.
Mamografías y otras pruebas de detección
En Chile, durante octubre, se realizan intensas campañas informativas y preventivas sobre el cáncer de mama, promoviendo la realización del examen. Según los médicos, se aconseja una mamografía cada dos años hasta los 74 años.
Estas pruebas son esenciales para la detección temprana y el tratamiento eficaz de diferentes tipos de cáncer.
El cáncer de mama es el tumor más frecuente en las mujeres chilenas y también es el que produce una mayor cantidad de muertes cada año, según estudios de la Universidad de Chile. Esta enfermedad se sitúa como la segunda causa de muerte en mujeres, donde destacan las enfermedades cardiovasculares y los cáncer de pulmón e hígado.
En otro aspecto, se recomienda una colonoscopia cada 10 años hasta los 75 años para la detección de cáncer colorrectal y para cáncer de pulmón, la detección hasta los 80 años para quienes tienen un historial de 20 paquetes al día y fuman actualmente o lo dejaron en los últimos 15 años.
A medida que el cuerpo envejece, el sistema inmunitario también se debilita, por lo que los adultos de 60 años o más pueden ser más susceptibles a las infecciones y no pueden combatirlas tan fácilmente como en su juventud, por lo que las vacunas siguen siendo igual de importantes.