El presidente Javier Milei cambió una norma que buscaba evitar el nepotismo en el Gobierno para poder colocar a su hermana Karina en un importante cargo gubernamental.
El presidente Javier Milei no perdió tiempo para modificar una de las medidas más emblemáticas del gobierno anterior: el decreto “anti-nepotismo” que firmó Mauricio Macri en 2018 para evitar el nombramiento de familiares de funcionarios en el sector público nacional.
La razón de este cambio fue que Milei quería colocar a su hermana Karina como secretaria general de la Presidencia, un cargo de gran importancia y cercanía con el jefe de Estado.
Karina Milei juró el domingo por la tarde en el Salón Blanco de la Casa Rosada, en un acto que se realizó a puertas cerradas y sin presencia de la prensa. Según fuentes oficiales, el presidente le tomó juramento a su hermana y le entregó el bastón y la banda presidencial, en un gesto simbólico de confianza y respaldo.
La nueva secretaria general de la Presidencia tendrá la responsabilidad de proveer al presidente de los elementos de información, asesoramiento, administración y colaboración indispensables para el desempeño de su función. También supervisará el cumplimiento de los objetivos y metas establecidos por el Poder Ejecutivo Nacional, elaborará los mensajes, discursos y declaraciones públicas del presidente y diseñará políticas públicas y participará en las relaciones con las organizaciones y sectores representativos de la comunidad.
El decreto que modificó Milei era el 93/18, que establecía que no podrían efectuarse designaciones o contrataciones de personas que tuvieran algún vínculo de parentesco, tanto en línea recta como en línea colateral hasta el segundo grado, con el presidente, el vicepresidente, el jefe de Gabinete, los ministros y demás funcionarios con rango y jerarquía de ministro. La medida también incluía al cónyuge y la unión convivencial.
El objetivo de esa norma era respetar los principios de institucionalidad, integridad y transparencia dentro del Gobierno nacional, y evitar las sospechas de favoritismo y nepotismo que habían afectado a la gestión anterior de Cristina Kirchner, que había nombrado a varios de sus familiares en distintos cargos públicos.
Sin embargo, el nuevo gobierno planteó que “resulta necesario limitar la prohibición establecida” para exceptuarse “los nombramientos que el presidente de la Nación realiza en virtud de las facultades que le son conferidas por la Constitución Nacional”.
Con esa base, Milei modificó uno de los artículos del decreto, que quedó redactado de la siguiente manera:
“ARTÍCULO 1º.- Dispónese que no podrán efectuarse designaciones o contrataciones, bajo las modalidades de las Leyes Nros. 20.744 (t.o. 1976), sus modificatorias y complementarias, y 25.164 y su Decreto Reglamentario Nº 1421 del 8 de agosto de 2002 y su modificatorio, y del Decreto Nº 1109 del 28 de diciembre de 2017, de personas en todo el Sector Público Nacional, que tengan algún vínculo de parentesco tanto en línea recta como en línea colateral hasta el segundo grado, con el Presidente y Vicepresidente de la Nación, Jefe de Gabinete de Ministros, Ministros y demás funcionarios con rango y jerarquía de Ministro. Quedan incluidos el cónyuge y la Unión Convivencial”.
De esta manera, la normativa le dejó la puerta abierta para que su hermana Karina pueda ser funcionaria.
La decisión de Milei generó críticas y cuestionamientos de la oposición, que lo acusó de romper con el compromiso de transparencia que había asumido durante la campaña electoral. También hubo reproches de algunos sectores de la sociedad civil, que consideraron que el presidente estaba privilegiando sus intereses personales por sobre el bien común.