Dolor y Esperanza: Descubrimiento de Restos en la Casa del «Asesino del Tambor» Reaviva un Caso Sin Resolver

Tras 28 años de dolorosa incertidumbre, el hallazgo de restos en la casa del «Asesino del Tambor» ofrece esperanza de justicia para las familias de Elena Hinojosa y Eduardo Páez

Familiares de Víctimas de Hugo Bustamante Exigen Justicia Tras Hallazgo que Podría Cerrar un Ciclo de 28 Años de Incertidumbre

En un giro que mezcla esperanza con dolor profundo, se han encontrado restos humanos en la antigua residencia de Hugo Bustamante, conocido tristemente como el «Asesino del Tambor«, en Villa Alemana. Este hallazgo podría ser clave en la resolución del caso de Elena Hinojosa y su hijo Eduardo Páez, desaparecidos en 1996 y víctimas presuntas de Bustamante.

Los cuerpos, aún en espera de identificación oficial mediante análisis, podrían pertenecer a Elena y Eduardo, cuya desaparición ha permanecido envuelta en misterio y dolor por casi tres décadas. Los restos fueron encontrados cerca del lugar donde se halló el cuerpo de Ámbar Cornejo en agosto de 2020, otro crimen atribuido a Bustamante que lo llevó a la condena de presidio perpetuo calificado en el Centro Penitenciario de Rancagua.

Sobrina de Elena y prima de Eduardo, dijo: «Se cierra un ciclo», reflejando el alivio y la tristeza que trae el posible fin de una larga búsqueda. Sin embargo, también expresó frustración y dolor: «Es extraña la situación porque ha pasado mucho tiempo y da rabia ver que se pudo haber seguido la pesquisa y no se hizo en su momento. Quizás, podrían hasta estar vivos».

La revelación de la implicación de Bustamante en estos crímenes, admitida por él mismo durante una investigación periodística, ha revuelto aún más las emociones de la familia, que nunca perdió la esperanza de resolver el misterio de la desaparición de sus seres queridos. «Sería maravilloso que se pueda hacer algo, que se pudiese indagar y que ojalá la causa no hubiese prescrito«, mencionó Mascareña en una entrevista con La Estrella de Valparaíso.

Antes de su desaparición, Elena y Eduardo mantenían una relación cercana, viviendo frente a frente en la misma calle de Villa Alemana. Las circunstancias de su desaparición siempre han estado marcadas por la sospecha y el dolor, intensificados por la confesión de Bustamante, que reveló haber sido la última persona que los vio con vida.

Este reciente hallazgo no solo podría ofrecer un cierre a la familia de Elena y Eduardo, sino también arrojar luz sobre una serie de crímenes que han marcado a la comunidad de Villa Alemana. La justicia, aunque tardía, podría estar finalmente al alcance.

 

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