La tradicional visita del Viejito Pascuero junto a los Bomberos de Viña del Mar volvió a emocionar a niños y familias en el Hospital Dr. Gustavo Fricke, con música, risas y un espectáculo lleno de esperanza.
La víspera de Navidad en Viña del Mar tuvo un momento cargado de emoción y alegría. El Hospital Dr. Gustavo Fricke recibió nuevamente la visita del Viejito Pascuero, quien llegó acompañado de las diez compañías de Bomberos de la Ciudad Jardín y su reconocida banda musical.
Como ya es tradición, el personaje más esperado de estas fechas apareció vestido con su clásico traje rojo y sorprendió a los pacientes pediátricos al subir por la escalera periscópica del carro bomba. Desde lo alto, saludó a los niños y sus familias, desatando aplausos y sonrisas que llenaron de magia el recinto hospitalario.
La escena fue descrita por los asistentes como un verdadero regalo de Navidad. “El Viejito Pascuero subió a saludar a los pacientes pediátricos y sus familias desde la escalera periscópica del carro bomba, sacando risas y aplausos, contagiando la alegría y la magia de la Navidad en el Hospital Dr. Gustavo Fricke”, señalaron desde la organización del evento.
La jornada no solo estuvo marcada por la presencia del Viejito Pascuero. Los Bomberos de Viña del Mar desplegaron un espectáculo musical que hizo cantar y bailar a todos los presentes. La banda interpretó clásicos navideños como “Rodolfo el reno” y “El Burrito sabanero”, generando un ambiente festivo que permitió a los pacientes y sus familias olvidar por un momento las preocupaciones propias de la hospitalización.
El gesto solidario de los Bomberos y la visita del Viejito Pascuero se han convertido en una tradición esperada por la comunidad. Cada año, esta actividad reafirma el compromiso de los voluntarios con la ciudad y su gente, llevando esperanza y alegría a quienes más lo necesitan.
La magia de la Navidad se hizo sentir en cada rincón del hospital, recordando que incluso en medio de tratamientos médicos y dificultades, la unión y la solidaridad pueden iluminar los corazones.